Una mujer quiso romper la monotonía de la cuarentena y pensó darle una sorpresa a su marido. Para aumentar la pasión y despertar los ratones de su pareja se vistió de enfermera. Pero, al parecer, eligió un buen disfraz pero en el momento equivocado.

La pandemia del coronavirus tiene a todos en vilo, pendientes de las noticias. Y la gratitud hacia el personal de la salud atraviesa a toda la población. Incluso a su marido.

Lo que tendría que haber sido una noche de amor furioso, se transformó en un extenso y agradecido aplauso de el hacia ella, en representación de todo el personal sanitario.
La costumbre de aplaudir todas las noches a médicos y enfermeros pegó fuerte en la sociedad.

Al final, ella no sabía si enojarse o valorar la actitud de su esposo. Por lo pronto está buscando un nuevo disfraz para motivar a su peor es nada. Se lo contó a una amiga y el relato se volvió viral.

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