Llegó hasta la redacción de Notihumor la historia de un grupo de hombres, todos de cincuenta años, quienes se juntaron para recibir el Día del Amigo.

Los compañeros del secundario mantienen viva su amistad con reuniones periódicas. Esta vez el motivo era recibir el Día del Amigo, pero, agobiados por las tareas diarias, a las 23 ya no aguantaban más el deseo de ir a dormir.

El entusiasmo inicial se fue desvaneciendo con el correr de los minutos, quizás por haber arrancado muy temprano la jornada o por cantidad de comida ingerida en tiempo record. Finalmente llegó la hora de los saludos y cinco minutos después, entre bostezos, los amigos se despidieron hasta el próximo encuentro.