Por Crónica Fashion & Política
En un inesperado giro fashionista de los acontecimientos judiciales, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner habría aceptado finalmente el uso de una tobillera electrónica, aunque con algunas condiciones básicas, humanas y mínimas: que sea de la exclusiva maison francesa Louis Vuitton, en su edición limitada “Marcha Peronista”, y con un fino bordado en piedras Swarovski que forme la frase: “Siempre junto a los más humildes”.
Fuentes cercanas a la exmandataria aseguran que al recibir la noticia del dispositivo, Cristina primero se mostró molesta. “¡Pero esto no combina con mis Louboutin!”, habría exclamado indignada, mientras manoteaba un ejemplar de La razón de mi vida intervenido por Andy Warhol. Sin embargo, tras una conversación profunda consigo misma, decidió convertir la condena en una oportunidad estética y política: “Si Evita hubiera tenido que usar tobillera, ¡la hubiera usado con glamour y compromiso social!”, se justificó ante su círculo íntimo mientras ensayaba poses para el Instagram que aún no tiene.
El diseño de la tobillera, según se filtró, fue encargado al prestigioso joyero que decoró los micrófonos de Susana Giménez, pero con una estética más de Militante Chic: cuero ecológico (porque es progresista), hebilla dorada (porque la patria lo exige), y conectividad Bluetooth para emparejar con el discurso nacional y popular.
Desde el Instituto Patria aclararon que la tobillera “no será un símbolo de opresión, sino de resistencia”, y que cada vez que se active la alarma, sonará un fragmento de la marcha peronista remixada por DJ Kicillof. Además, la expresidenta solicitó que, al alcanzar el límite geográfico permitido, la tobillera emita una descarga que proyecte hologramas de Juan Domingo y Evita abrazando jubilados.
En redes sociales, la propuesta generó opiniones divididas. Mientras sus seguidores aseguran que “es una forma de resignificar la persecución judicial con elegancia”, desde la oposición deslizaron que “con la cantidad de piedras que lleva bordadas, podrían haber asfaltado media Santa Cruz”.
Por su parte, Cristina ya tendría pensado lanzar una línea de accesorios penitenciarios bajo la marca CFK Couture, orientada a dirigentes con causas abiertas pero con buen gusto.
Final feliz: la justicia evaluará si la tobillera cumple con los requisitos legales. Aunque ya se anticipó que, de no aprobarse el modelo Vuitton, la defensa de Cristina pedirá que al menos se permita usar una pulsera Hermès como medida alternativa, “por el bien del equilibrio institucional y el buen vestir”.